Desde un lugar del mundo, brindo con Jos

Hoy temí que Josué emprendiera con esa pregunta suya un soliloquio que no haría más que enderezarlo en su propio asiento, cansado -quizá paranoico- pensando qué hacer: cambiar sus coordenadas, detener de una vez por todas el ritmo que nos mueve, o elegir una mejor fotografía para su perfil de Facebook, una en donde no nos quepa duda de que el tono de sus lindísimos ojos cafiverdesavecesgrises no se encuentra en ninguna de las 2455345 muestras cromáticas de Comex.
Pero no, Josué no haría eso. Ni lo uno ni lo otro. El peligro, sí, era que se quedara hablando solo y desafinado con su pregunta a cuestas: "En esta era de acceso a la información, me pregunto: ¿qué tanto quiero que los demás sepan de mí?, ¿cuántas fotografías dejaré en la red?..." (http://www.elritmodelvolchevique.blogspot.com/) Pues bien, yo me hago otra pregunta: ¿qué escondo cuando dejo ver lo que decido puede ser visto? ¿qué es lo que dejé allí, relegado, o mejor, lo qué dejé caer como por descuido entre línea y línea?
¿Qué miras tú cuando me ves? ¿Qué lees en mi silencio? ¿Qué en la imagen que no has visto, en la declaración que no he hecho, en la palabra que decidí mejor no emplear/usar?
Lo que ves es siempre una negación de lo que no ves. Soy Ésta. Me construyo así. Por silencios. Muertes. Espacios en blanco. Huecos fríamente calculados.
Por eso admiro el silencio de los árboles al ReCorrer. Recorrer su voz callada sobre mí con la paciencia de dos manos anudadas a placer... mientras yo grito así. Así. A CapRicho
En reng
lones
(parentéticos)
profilácticos

ExCLAMAntes!
Y también


enlasorillasenlosbordesenlosplieguesenlospuntosenlascomasenlasíes

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