Variaciones sobre un tema de mosca en el jardín o variaciones sobre lo mismo
I
Todos los días una nueva mosca en el jardín me cuenta el aleteo incesante del tiempo de las flores sentada yo frente al espejo detiene su reloj en mi nariz y husmea en el misterio de mi vida con los ojos clavados en los pulmones descompuestos en mi olfato casi marchito como la magnolia que no le apetece la miro parada ahí como si de dos moscas se tratase imagino que son dos las que me cuentan el tacto de la piel cartón el olor de la muerte bajo el sol.
Ii
Una nueva mosca una nueva mosca
el jardín me cuenta el aleteo incesante
Del tiempo de las flores sentada
el espejo detiene su reloj en mi nariz:
El misterio de mi vida con los ojos clavados en los pulmones descompuestos en mi olfato.
Yo como la magnolia que no le apetece
son dos las que me cuentan el tacto
Iii
Todos los días una nueva mosca en el jardín me cuenta el aleteo incesante del tiempo de las flores. Sentada yo, frente al espejo, detiene su reloj en mi nariz y husmea. Husmeo en el misterio de saberme viva con los ojos clavados en mis ojos, a veces marchitos, como la voz que se queda en la garganta. Me miro sentada allí como si de dos personas se tratase. Imagino que somos dos. Dos las que nos contamos en silencio cuando somos dos. Dos.
Iv
Todos los días una nueva mosca en el jardín me dice el aleteo incesante del tiempo de las flores. Sentada yo frente al espejo, detiene su reloj en mi nariz y husmea en el misterio de mi vida con los ojos clavados en los pulmones descompuestos; en mi olfato casi marchito como la magnolia que no le apetece. La miro parada ahí como si de dos moscas se tratase. Imagino que son dos las que me cuentan. El tacto de la piel cartón, el olor de la muerte bajo el sol.