Alguien, ¿quién podría ser?, jugando conmigo a ser Pessoa

Ahora soy sólo ausencia, ausencia en la mirada que no en lo mirado. Lo mirado permanece ahí. Inmutable. Pero yo paso. Y si paso es sólo para no recordar esos momentos que nunca debieron pertenecerme, pues yo no pertenezco aquí.
Pero hoy soy sólo ausencia, ausencia de ti, ausencia de mí, ausencia de todo. Y así me muevo por barrios que desconozco y me desconocen, situados a la orilla de un tiempo que no es mío, en el límite de vidas que sólo rozo y no logro influir.
Soy ausencia allá, y soy ausencia acá. Soy ausencia en mí misma. Las horas corren y yo huyo de ellas en dirección contraria. Porque nada de esto poseo. Nada de esto soy y no quiero tiempo que me recuerde ni asir horas que pasan en un espacio en donde estoy sin ser.
Y si escribo así, como si tuviera prisa, es porque esta patria que es mi idioma se empieza a desvanecer entre este devenir de imagenes y carteles y anuncios y gente: hay ausencia en mis verbos, en mis adjetivos, en toda mi lengua, esa lengua que aquí es sólo murmullos, murmullos que ni la hoja en blanco entiende.

5 comentarios:

Luis Gonzalí said...

Y así sucede... El tiempo cambia cuando uno sale tan abruptamente de lo cotidiano, y si el idioma es distinto, todo cambia más violentamente...
Disfruta tu viaje Eliza...
Te mando un abrazo del otro lado del mundo...

Elizabeth said...

Vaya... ahora que vuelvo a leer me sorprendo un poco.

Luis Gonzalí said...

Eeeeeeeeyy, este no es el titulo original...

Elizabeth said...
This comment has been removed by the author.
Elizabeth said...

Hey... no lo es, estoy pimpeando. Luego será lo que fue.