El pathos y yo (primera y parcialísima hipótesis)

You can destroy your life every time you choose...
Synecdoche (2008), Funeral Monologue.

La patología:

La ciclotimia es un trastorno del humor considerado una forma muy suave de trastorno bipolar. Está definido en el espectro bipolar. Específicamente, este trastorno es una forma suave de trastorno bipolar tipo I, consistente en alteraciones recurrentes del humor entre la hipomanía y el humor distímico.

En las matemáticas:
Variable aleatoria de distribución uniforme

En el hogar:
Nanociclos

Estado de la cuestión:

Después de un fin de semana de distimia, hoy a las 2 de la tarde tenía ya una perforación en la nariz. Ayer pasé más de la mitad de la noche en vela. La consigna era terminar. No había más. En esos pensamientos corregí dos notas de la revista de la AIEM, lo mismo hice con el aparato crítico de mi artículo, por placer traduje un poema y por obligación releí Los de abajo.
A las dos de la tarde había ya perforado mi nariz. Para las 3:00 ya era alumna de Taebox. Pensé en cuánto dinero me restaba. Para las 5 de la tarde planeaba un viaje a la sierra de Guerrero, lugar a donde nunca me había apetecido ir hasta hace unos dos o tres días. Dejándome llevar por las señales, calculé las horas de viaje y decidí que iría sola. Para las 5:30 había determinado que el viaje no sería a la sierra baja, sino a la sierra de Lucio Cabañas, donde todos terminan por perderse.

La paráfrasis:

a) Antecedentes. Así un día había entre mis manos un gato, así un día llegué a vivir a la ciudad de México con una sola maleta, una mañana de junio tomé un autobús hacia el próximo destino y también así un día lavaba platos sin parar y cocinaba ollas y ollas de arroz y sopa. Así muchas veces me encuentro hablando con un desconocido, así pasé años y años junto a un hombre, así termino una vez por semana tomando un café en una calle de la que no sé el nombre o inmiscuida en empresas que hasta la tarde anterior me parecían lejanas, historias lejanas.

b) La que se intenta. Yo lo explico como sigue: hay algo en la monotonía que me desagrada; algo en la estabilidad con lo que no puedo lidiar. Sobra decir que a veces la paso mal. Que estoy incapacitada para trabajar salvando un horario, que hay ocasiones en las que no puedo ver a nadie, esas veces en las que deseo jugar el juego yo sola: recortando aquí, pegando allá. Si dejo de jugar, me pierdo. Sin solo un hilo de sentido. De pronto, la nada.
d)La tentación. Confieso que vivo tentada. Al abandono, a caer. Con este discurso en mente, no pasa mucho tiempo sin que mueva una o dos piezas. A veces los pivotes; las más, piezas minúsculas (puede ser llamar a alguien sin razón, entablar una conversación con un extraño, tomar un autobús hacia cualquier sitio, decir sólo la verdad, sólo mentir, por un día ignorar). Son movimientos que nadie nota pero cuya presencia/ausencia me conduce siempre a algo desconocido, y hay en ese desconocimiento una pasión a la que evidentemente soy adicta.
La monotonía me mata y hay mañanas que no tengo suficientes fuerzas para hacerla a un lado. Así, me vuelto una asidua al estrépito, al choque, a la decisión de último minuto: si algo me provoca esa sensación, quiero más; si algo me gusta, no quiero dejarlo. Me ocurre entonces con las cosas más simples: con los colores y los olores, con la comida y, por supuesto, con las personas. Sin embargo, no se trata de un deseo desesperado por llenarlo todo, por hacerlo todo a como dé lugar, con lo que reste, con lo que haya disponible. Se trata sólo de un presentimiento. De lo que en mí algo agita. Hombres, a pesar de las intuiciones, poquísimos: ni siquiera un beso, mucho menos el roce a alguno que no provoque en mí esa ruptura, ese propio reflejo que ansío. Viajes, los que me den un vuelco, los que me precipiten muy cerca del abismo o el mar que todo arrastra, los que me hablen de gente o amor, de papeles en las esquinas y fotografías.
En suma vivo moviendo las piezas; la dirección puede ser A o B, igual número de probabilidades. Vivo continuamente destruyéndolo todo mientras busco la combinación que me complazca. Esa que nunca llega. Esa que si llega deja de funcionar al día siguiente. No. Antes.


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